Por tercera ocasión en menos de diez años, la Fiscalía del Estado de Jalisco ha iniciado una investigación por apología del delito contra un grupo de músicos. Esta vez se trata de Los Alegres del Barranco, agrupación sinaloense del regional mexicano, a raíz de una presentación en la que presuntamente se interpretaron temas que hacen alusión a actividades del crimen organizado.
Este nuevo caso se suma a dos antecedentes relevantes en la entidad. El primero ocurrió en julio de 2016, cuando el cantante Gerardo Ortiz fue detenido por apología del delito luego de la difusión del video musical de su canción “Fuiste mía”, en el que se representaban escenas de violencia contra una mujer, incluyendo un feminicidio simulado. La polémica generó protestas de organizaciones feministas y críticas públicas que derivaron en una orden de arresto emitida por la Fiscalía estatal. Ortiz fue capturado en el aeropuerto de Guadalajara, procedente de Culiacán, Sinaloa, y recuperó su libertad tras pagar una fianza de aproximadamente 3 mil dólares.
Ese mismo año, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) recibió de la Fiscalía estatal una solicitud para investigar a Ortiz por posibles vínculos con la delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Estas pesquisas derivaron de la producción del video en una finca de la colonia El Mante, en Guadalajara, presuntamente relacionada con empresas ligadas al cantante y a concesionarios del palenque Tepabril.
Posteriormente, en abril de 2018, el rapero Omar “N”, conocido como QBA, fue detenido por su implicación en la desaparición y asesinato de tres estudiantes de cine en Tonalá. El joven confesó haber recibido pagos de una organización delincuencial para deshacerse de sus víctimas. Su carrera como rapero fue parte del expediente, ya que su contenido en redes sociales promovía violencia explícita y exaltación del crimen.
El caso de Los Alegres del Barranco reavivó el debate sobre los límites de la libertad de expresión artística y la posible normalización de la violencia a través de la música.
Este lunes 12 de mayo, la agrupación musical que proyectó imágenes e interpretó melodías alusivas a un personaje del crimen organizado en un concierto en Zapopan el 29 de marzo, así como su promotor y representante, fueron vinculados a proceso por presunta apología del delito. La investigación complementaria sigue en curso, y se dio una plazo de 3 meses para presentar más evidencia, en tanto deberán presentarse cada semana para firmar en el juzgado; deberán pagar una garantía económica de 300 mil pesos por cada uno de ellos (1 millón 800 mil pesos en total) y únicamente se les dará oportunidad de salir a conciertos en otros estados y regresar a la entidad al terminar.
Este último, pone nuevamente en la mira el papel de los intérpretes musicales en la difusión de mensajes relacionados con el narcotráfico, la violencia y la cultura del crimen organizado en México, un fenómeno que persiste como una de las vertientes más polémicas del regional mexicano.