Bajo el bullicio de la moderna Guadalajara, un tesoro histórico aguarda a ser descubierto: el Puente de las Damas. Esta estructura subterránea, que data del siglo XVIII, ofrece una ventana única al pasado, transportando a los visitantes a una época en la que la ciudad aún no se había convertido en la metrópoli que conocemos hoy.
El Puente de las Damas, ubicado en la calle Colón, casi esquina con avenida La Paz, fue construido gracias a la iniciativa de mujeres adineradas y devotas que deseaban cruzar los ríos sin esperar a que bajara el caudal para visitar al Señor de la Penitencia en el barrio de Mexicaltzingo.
“Lo mandaron a hacer unas damas que tenían muchos recursos económicos y ellas eran muy católicas y tenían que ir al barrio de Mexicaltzingo para venerar al Señor de la Penitencia y ellas lo mandaron construir en el año 1700″, explicó Ricardo Sánchez, guía del recorrido.
Aunque la estructura original fue cubierta con el crecimiento de la ciudad, una parte significativa se ha preservado y ahora está abierta al público de forma gratuita. El puente consta de cinco arcos y mide 50 metros de largo, 12 metros de ancho y 15 metros de altura.
Los recorridos guiados están disponibles de 10:00 a.m. a 6:00 p.m., ofreciendo a los visitantes la oportunidad de aprender sobre la historia y la importancia de este sitio emblemático. No te pierdas la oportunidad de explorar este fascinante pedazo de la historia de Guadalajara.
Con información de Eduardo Aristeo Chávez.