- Con motivo del Día de Muertos, Jalisco se presenta con un altar inspirado en la tradición nahua del municipio de Tuxpan.
La Secretaría de Cultura de Jalisco (SC), participa en la Macro Ofrenda del Zócalo de la Ciudad de México. La celebración de Día de Muertos en Tuxpan, Jalisco, inicia desde el 28 septiembre con la ceremonia del tradicional “Enroso”, que es un agradecimiento por las buenas cosechas y una petición a Dios para que otorgue el permiso a los fieles difuntos de llegar con sus familias.
La ofrenda realizada en el Zócalo resalta elementos de la cosmovisión nahua y emplea artesanías populares de la región como el pan tradicional de corono, mono y mojicón. También la alfarería está presente con platos coaxaleros, velas de cera escamada, platillos típicos como la coaxala y los enrosos, que son un collares o lazos armado con hilo y elementos naturales que forman cuentas, en esta tradición se realizan dos tipos de enrosos, el primero de flores de cempasúchil y el segundo, de color morado, elaborado con flor de cabeza negra, típica de la región en esta temporada.
Todo el papel picado fue elaborado por Eduardo Ramírez de San Martín de Hidalgo, las flores de cempasúchil y arreglos florales fueron realizados con hoja de tamal en el taller artesanal por Luis Fernando González en San Cristóbal Zapotitlán, Jocotepec. Los cirios se llevaron de los talleres de Jesús María y las vajillas de barro canelo de los talleres de Tonalá.
Esta ofrenda, además de reconocer las expresiones religiosas en torno a la muerte en nuestro estado, también hace homenaje a diversas manifestaciones del patrimonio cultural jalisciense que aún vive, como las velas de cera escamada elaboradas por el maestro Juan Manuel Águila de Lagos de Moreno, textiles del maestro Armando Vázquez de Tepatitlán, cirios de la familia Orozco de Jesús María, carpetas y manteles de gancho de Jesús María, “composturas” colgantes inspiradas en las calles compuestas de Atotonilco El Alto y las fotografías de angelitos realizadas por el fotógrafo Pablo Ibarra de Arandas entre 1930 y 1950.
- El tendido nos invita a pensar y a dialogar sobre la muerte desde las expresiones culturales vivas, desde la fe y la esperanza, desde la memoria oral y visual, desde los patrimonios de Jalisco.