Pueblos originarios de Latinoamérica expresaron su rebeldía por el irrespeto a sus derechos y rechazaron el voraz extractivismo en sus territorios durante el inicio este jueves de una cumbre en la aldea de Sarayaku, en la Amazonía ecuatoriana.
Representantes de etnias de Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y México, así como del clan saamaka de Surinam, integrado por descendientes de africanos traídos como esclavos a América, participan en la reunión de tres días en lo espeso de la selva.
“Estamos en resistencia, estamos en lucha permanente”, expresó a la AFP Daniel Santi, “kuraka” (autoridad) de la nacionalidad Sarayaku que acoge la cita y cuyo nombre significa río de maíz en lengua kichwa.
Agregó que “todos los pueblos (nos) hemos unido para este proceso de trabajo efectivo en contra de este sistema que nos quiere devorar totalmente a los pueblos indígenas”.
La explotación de recursos naturales como petróleo y madera, la caza indiscriminada, la ampliación de las fronteras agrícolas y las colonizaciones forman parte del denominador común que afecta la biodiversidad de territorios indígenas en la región.
“Llevamos un proyecto político de autodeterminación, de gobernanza, pero también de lucha contra el extractivismo, contra la minería, contra las grandes forestales que hoy día siguen depredando nuestro territorio, secando nuestros ríos y nuestros bosques”, declaró Simón Crisóstomo, un geógrafo de 31 años que preside la Coordinadora de Comunidades Mapuche de Chile.
El cambio climático y el extractivismo azotan la vasta cuenca amazónica, la selva tropical más grande del mundo compartida por ocho naciones.
La minería ilegal en manos del crimen organizado también avanza sin medir la destrucción que deja la explotación de oro.
“Es nuestra casa común”, dijo Santi, de 49 años.
Unos 700 pueblos originarios de la gran selva “hemos protegido este territorio y la cuenca amazónica representa (…) una contribución fuerte al problema del cambio climático porque en la Amazonia está el bosque en pie”, añadió el “kuraka”.
La “selva viviente (…) contribuye enormemente a la reducción de los gases de efecto invernadero“, agregó.
Una veintena de delegados, incluidos de los pueblos terena, de Brasil, y purépecha, de México, también debaten sobre incumplimientos de los estados a fallos internacionales en protección y defensa de los derechos aborígenes.
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