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QATAR 2022: LA MALDICIÓN DEL ENTRENADOR EXTRANJERO

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24 de noviembre de 2022

  • En las 21 copas mundiales que se han disputado, todos los campeones han sido dirigidos por un entrenador nacido en su país.

Desde que el charrúa Alberto Suppici hizo campeón a Uruguay en 1930, y hasta que el francés Didier Deschamps dio la segunda Copa del Mundo a Francia en la pasada edición, ninguna selección ha ganado bajo el mando de un entrenador extranjero

En las dos Copas del Mundo que tiene Francia, Deschamps ha sido pieza clave: fue el capitán de Les Bleus en 1998.

Ya sea por tradición, orgullo o, ¿por qué no?, para evitar esta “mala suerte”, Brasil, Italia y Alemania, campeones en múltiples ocasiones, siempre han escogido a un paisano suyo para que los dirija en los mundiales.

Y es que en apenas dos ocasiones un foráneo logró llegar hasta la final, sin embargo, no tuvieron el resultado esperado. El primero fue el inglés George Raynor, quien dirigió a Suecia en 1958 y jugando de anfitriones, fueron goleados por el Brasil de Garrincha, Vavá y un joven Pelé de 17 años.

Veinte años después, en Argentina 1978, el austriaco Ernst Happel, D.T. de Holanda, se enfrentó a los albicelestes dirigidos por César Luis Menotti, cayendo 3-1; para su mala suerte, Johan Cruyff, el engranaje principal de su “naranja mecánica”, no quiso asistir a aquel mundial por razones políticas.

Fallecido en 1992, al día de hoy Happel sigue estando considerado entre los estrategas que revolucionaron la forma de jugar al fútbol.

A esta Copa del Mundo llegaron nueve selecciones que no son dirigidas por un técnico local, y de hecho dos se presentaron en el mismísimo debut: la anfitriona Qatar, bajo el mando del catalán Félix Sánchez Bas, y Ecuador, comandada por el argentino Gustavo Alfaro.

Y aunque Arabia Saudita ya generó la primera sorpresa mayúscula, en gran medida a la excelente táctica del francés Hervé Renard, para considerarse un verdadero “caballo negro” tiene mucho por demostrar aún.

El portugués Carlos Queiroz y el colombiano Luis Fernando Suárez arrancaron de la peor manera y sus selecciones sufrieron dolorosas goleadas: Costa Rica 7-0 ante España, e Irán 6-2 contra Inglaterra.

Bélgica, dirigida por el español Roberto Martínez, pareciera ser el único de este “club” con alguna posibilidad real de romper la maldición, debido a que su “generación de oro”, orquestada por Kevin De Bruyne, Thibaut Courtois y Eden Hazard, aún mantiene un nivel competente en Europa y en su debut derrotaron 1-0 a Canadá, comandada por el británico John Herdman.

Corea del Sur, dirigida por el portugués Paulo Bento, igualó sin goles frente a Uruguay, el mismo caso de México, dirigido por el argentino Gerardo “Tata” Martino, ante Polonia.
Y si bien la relación del “Tri” con la “Tata” no parece la mejor y una vez que concluya Qatar piensen en contratar a un entrenador nacional, no se debe olvidar que el mejor papel de nuestro país en los mundiales, cuando fuimos anfitriones en 1986, fue bajo el mando de un estratega extranjero: Bora Milutinović.

El yugoslavo Bora tuvo una segunda etapa al frente de México, entre 1995 y 1997, aunque por cuestiones de directiva no llegó a Francia 98


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