- La víctima, que participaba como piloto en la carrera, fue identificada como Alonso Arambula Piña, conocido por los apodos de “el Sonrics”.
Un hombre presuntamente ligado al narcotráfico murió en el ataque armado del sábado durante un rally de aficionados, que dejó otros nueve fallecidos en Ensenada, Baja California, informó la fiscalía local.
La víctima, que participaba como piloto en la carrera, fue identificada como Alonso Arambula Piña, conocido por los apodos de “el Sonrics”, “el Loncho” o “el Trébol”, dijo en rueda de prensa el fiscal de Baja California, Ricardo Iván Carpio.
“El objetivo directo de esta agresión es el que tripulaba el vehículo marcado con el número 15 y que tenía una estampa (símbolo) de un trébol”, dijo el funcionario.
En el mismo vehículo viajaba un funcionario de un municipio de la zona, identificado como José Eduardo Orozco Piña y que también murió.
La agresión se registró el sábado pasado durante una carrera de aficionados. Cuando hicieron una parada al borde de la carretera, hombres encapuchados descendieron de una camioneta y abrieron fuego contra los participantes.
El fiscal explicó que Arambula Piña presuntamente tenía vínculos con el cártel de Sinaloa, que encabezan los hijos del Joaquín “el Chapo” Guzmán -encarcelado en Estados Unidos- y que este ataque sería resultado de las disputas que mantiene con el cártel de Tijuana.
Añadió que “algunas” de las otras víctimas estaban involucradas “en actividades ilícitas, particularmente en tráfico de drogas”, aunque no detalló si fallecieron o se cuentan entre los diez heridos o si participaban como pilotos.
El vehículo desde donde se hicieron los disparos “tenía un reporte de robo” en Estados Unidos de abril pasado, detalló Ricardo Carpio.
Por sus terrenos desérticos, Baja California es sede de carreras de vehículos todoterreno en las que participan pilotos de todo el mundo.
Ensenada, a unos 100 km de la frontera con California, Estados Unidos, es además un destino turístico de gran atractivo para los estadounidenses.
En los últimos meses se han multiplicado ataques en lugares públicos de esparcimiento, como la balacera registrada el 15 de mayo durante un partido de fútbol organizado por familias en un parque de una zona residencial del estado de Hidalgo y que dejó seis muertos.
El 15 de abril, hombres armados irrumpieron en un parque acuático, repleto de familias, y dieron muerte a siete personas, incluido un menor de edad.