- “Santitos”, “El pecas” y “El Colorado” fue como sus vecinos, primeros compañeros de escuela y gimnasio comenzaron a llamar a Saúl Álvarez, antes de que su entrenador José “Chepo” Reynoso lo “bautizara” con su popular alias de “Canelo”.
Antes de que su hermano Rigoberto le pusiera por primera vez unos guantes de boxeo, Saúl Álvarez ayudaba en el negocio familiar y por aquel entonces, sus vecinos de Juanacatlán lo llamaban “Santitos”, el diminutivo de su primer nombre de pila.
“Canelo” ha confesado que en la escuela otros niños lo molestaban por el color de su cabello y lo llamaban “el pecas”. Cuando comenzó a pelear, algunos aficionados, entrenadores, compañeros y gente cercana al boxeo lo llamaron “Colorado”, aunque este alias no prosperó.
Fue hasta que llegó al gimnasio Julián Magdaleno cuando su entrenador José “Chepo” Reynoso lo bautizó con su característico apodo.
Después, con apenas 13 años de edad, pidió una oportunidad en el CODE y mientras Rafael Guzmán, encargado del equipo de boxeo Jalisco intercambiaba impresiones con “Chepo” Reynoso, le preguntó por qué razón le decía “Canelito” a Santos Saúl:
“Es un niño de Jalisco, pelirrojo, casi no hay, pecosito, no hay muchos de estos. Es el Canelo porque la cara se le ve como el chocomilk con canela’’”, le contó “Chepo” al profe Rafa.
Como lo mencionó el mismo “Canelo”, lo que antes le molestaba, hoy es una de las partes más importantes de su carrera”.
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