- Usted ya probó este famoso platillo, aquí un poco de historia pero también de su sabor.
El barrio de El Santuario es el único que puede presumir que tiene su propio platillo, uno con sabor delicioso. Su historia se remonta hacia finales de los años 30 y principios de los 40, cuando en la plazoleta del hoy Santuario de Guadalupe se acostumbraba que las mujeres dieran la vuelta para un lado y los hombres para el otro, en busca del amor eterno.
Mi papa fue quien inicio este negocio, él trabajaba con un señor que vendía este tipo de tortas por el Teatro Degollado, el creador no se animó, pero don Felipe Guerrero sí y las popularizó.
Margarita Guerrero Pérez, propietaria.
Es un platillo muy sencillo de preparar, con pocos ingredientes, lo indispensable son salsa, una telera y carne de puerco la tradicional es de pierna. Se adorna con lechuga y van bañadas en salsa de jitomate su cebollita y picante y a degustar.
- El delicioso manjar, muy tapatío se puede degustar junto con otros platillos muy mexicanos, en las Tortas Felipe, Pedro Loza #515.