Este martes 27 de mayo se registró un aumento significativo en la actividad sísmica en el extremo noroeste de la Fractura de Rivera, una falla geológica ubicada mar adentro, lejos de las costas de Jalisco. Durante las últimas 24 horas, se han contabilizado al menos 12 sismos en esa región, entre ellos tres con magnitudes moderadas de 5.8, 5.9 y 5.4, además de otros con magnitudes entre 4.3 y 5.4.
Los epicentros se localizaron a unos 375 kilómetros frente a los municipios costeros de Tomatlán, Cihuatlán y La Huerta. De acuerdo con la Red Sísmica del Estado de Jalisco (RESJAL) y el Servicio Sismológico Nacional (SSN), estos movimientos forman parte del comportamiento tectónico natural de la región, caracterizada por la interacción entre las placas de Rivera y del Pacífico.

La Fractura de Rivera es una falla transformante con desplazamiento lateral derecho, lo que significa que el movimiento entre placas es predominantemente horizontal. Aunque este tipo de actividad ha sido persistente durante los últimos años, en días recientes —y particularmente en el último día— se ha intensificado.
Pese al incremento, las autoridades estatales han señalado que, por su ubicación mar adentro, los sismos no representan hasta ahora un riesgo directo para la población. La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco informó que su equipo científico-investigador mantiene una vigilancia constante sobre esta zona geológica para detectar oportunamente cualquier cambio que amerite acciones preventivas.
Las instituciones recomiendan a la población mantenerse informada a través de canales oficiales y no caer en la desinformación. El monitoreo sísmico continuará de manera permanente para asegurar la protección y tranquilidad de las comunidades cercanas al litoral jalisciense.