- Las primeras ediciones del Libro son escasas dado que, enviadas masivamente a Latinoamérica muchas se perdieron en un naufragio cerca de La Habana.
Frente a una inmensa estantería, Ed Maggs examina libros antiguos vendidos por su familia desde hace 170 años en un emblemático establecimiento de Londres, donde un diplomático boliviano adquirió el siglo pasado dos volúmenes “únicos” del Quijote que ahora salen a subasta.
Nombrado embajador de Bolivia en Francia en 1947, Jorge Ortiz Linares era yerno del magnate boliviano del estaño Simón Patiño, uno de los hombres más ricos del siglo XX, que vivía con su familia en París.
Ferviente coleccionista, Ortiz andaba tras una edición original de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha“, de Miguel de Cervantes (1547-1616), considerada la primera novela moderna.
Y en los años 1930 su anhelo lo llevó a Londres, “posiblemente el centro más importante del comercio internacional de libros antiguos”, dice a la AFP el librero Ed Maggs, tataranieto de Uriah Maggs, “uno de esos modelos de emprendedor victoriano” que en 1853 pasó de ser lacayo en una mansión londinense a fundar su pequeña librería.
Con los años, el establecimiento se convirtió en proveedor de reyes británicos y monarcas exiliados como Manuel II de Portugal y Alfonso XIII de España.
Llegó a tener 1.358 ediciones raras de libros en español, recogidas en un excepcional catálogo publicado en 1927 y que “hoy sigue siendo citado por los bibliógrafos“, afirma Jonathan Reilly, experto de Maggs Bros.
Y señala uno de sus artículos, que atrajo a Ortiz: dos primeras ediciones del Quijote, del Libro I publicado en 1605 y del Libro II publicado en 1615, en venta por 3.500 libras, “toda una fortuna para la época“.
BÚSQUEDA “ENTUSIASTA Y OBSESIVA”
Sin embargo, cuando Ortiz entró en la librería, su objeto de deseo ya había sido vendido. Solo pudo dejar sus datos y esperar nuevas llegadas. Años después, en 1936, recibió la ansiada llamada del librero y emprendió un apresurado viaje a Londres.
“¿Por qué tomó el primer avión? Bueno, el coleccionista de libros es a veces entusista y a veces un poco obsesivo”, bromea Ed Maggs, en una sala de grandes ventales y muebles antiguos que contrastan con el moderno diseño de los ordenadores en que trabajan sus expertos.
Ortiz compró una tercera edición del Libro I y una primera edición del Libro II, explica Anne Heilbronn, responsable de libros y manuscritos de la casa de subastas Sotheby’s, mostrando la factura original: 100 libras de la época por el primero y 750 por el segundo.
Los libros han permanecido desde entonces alejados del público, que ahora puede admirarlos en la sede de Sotheby’s en Londres, antes de un remate el 14 de diciembre en París donde se espera adjudicarlos entre 420.000 y 630.000 dólares.
HOMENAJE ANTES DE LA SUBASTA
Las primeras ediciones del Libro I son escasas dado que, enviadas masivamente a Latinoamérica, muchas se perdieron en un naufragio cerca de La Habana, explica Sotheby’s.
Publicada en 1608, la tercera edición fue la última impresa en vida de Cervantes y corregida por él, subraya Heilbronn, asegurando que “todas las traducciones actuales provienen de esta tercera edición”.
Pero, lo que hace “únicos” a estos libros es que fueron encuadernados conjuntamente en el siglo XVIII para un coleccionista inglés y es muy inhabitual encontrar Quijotes con encuadernaciones tan antiguas, agrega la especialista.
Aquel 21 de diciembre de 1936, Ortiz aprovechó la visita a Maggs Bros para adquirir otras tres joyas: una primera edición de las “Novelas ejemplares” (1613) de Cervantes encuadernada para Jérôme Bignon -bibliotecario del rey francés Luis XIV-, “La Florida del Inca” (1605) en que Garcilaso de la Vega narra la conquista de América desde el punto de vista de los nativos y el “Hispania Victrix” (1553), primera obra de la historia que menciona California.
El miércoles, los cinco volverán por unas horas para un emotivo homenaje a la librería donde un tío segundo de Ed Maggs autentificó los ejemplares hace casi un siglo con una pequeña firma a lápiz aún visible en sus páginas.
Después serán llevados a París para ser vendidos, en colaboración con el experto francés Jean-Baptiste de Proyart, junto a las otras 83 piezas de la colección Ortiz Linares.
Estas incluyen una primera edición de “La Tauromaquía” (1816) de Francisco Goya y ediciones originales de autores franceses como Molière, Montesquieu, Montaigne y Descartes. El total, señala Heilbronn, está valorado entre 1,8 y 2,5 millones de euros.
*Con información de AFP.