VIRGEN DE GUADALUPE: PRESENCIA EN LA BATALLA DE LEPANTO

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12 de diciembre de 2023

  • Cuarenta años después de su aparición en México, una réplica de la Virgen de Guadalupe presenció la batalla naval de Lepanto.

Una de las historias más curiosas sobre la Virgen de Guadalupe es la de su participación en la batalla de Lepanto que enfrentó a las flotas cristianas y musulmanas en el Mediterráneo en 1571.

Según la tradición, una réplica de la imagen guadalupana que había llegado a España desde México fue colocada en el navío insignia de la armada cristiana, comandada por Don Juan de Austria.

Antecedentes

El 1 de enero de 1492 los reyes católicos Isabel y Fernando derrotaron a los sultanes moros que habían dominado la península ibérica durante siete siglos culminando así la reconquista de España.

Esta fue una lucha constante por defender la religión católica de las invasiones musulmanas. Sin embargo, los sarracenos no se rindieron y en 1571 enviaron una flota para intentar conquistar Europa por Italia partiendo de la isla de Chipre.

El Papa San Pío V llamó a las armas cristianas para resistir el ataque y se formó la Liga Santa, integrada por las tropas vaticanas, las españolas bajo el mando de Don Juan de Austria y las genovesas y venecianas lideradas por Andrea Doria. El Papa pidió al pueblo que rezara el rosario para obtener la victoria y el 7 de octubre de 1571 se libró la batalla de Lepanto.

Las fuerzas cristianas triunfaron sobre los musulmanes matando a su comandante Alí Pachá y acabando con el peligro sarraceno.

El Papa Pío V tuvo una visión ese mismo día en Roma donde vio el triunfo de la Liga Santa. Consagró ese día a la Virgen de la Victoria y añadió a la letanía lauretana la frase “auxilio de los cristianos”.

El Papa Gregorio XIII estableció el 7 de octubre como la fiesta de la Virgen del Rosario en honor a la victoria de la Liga Santa contra los turcos en Lepanto.

Entre los símbolos religiosos que llevaron los cristianos a la batalla se encontraban el estandarte de la liga que se guarda en el monasterio de Guadalupe en Cáceres; el Cristo de Lepanto que se venera en la catedral de Barcelona y una imagen de la Virgen de Guadalupe de México que el arzobispo Montúfar había enviado al rey Felipe II en 1567 tras la polémica sobre las apariciones en el Tepeyac.

Esta imagen pasó a manos de la familia Doria y luego fue donada al pueblo de San Esteban de Abeto cerca de Génova donde se le construyó un templo y se le proclamó patrona. Así, la Virgen del Tepeyac se convirtió cuarenta años después de su aparición en protectora de los cristianos en la batalla naval de Lepanto.

Con información del Centro de Estudios Guadalupanos de la UPAEP.



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