- “Toro albino” es la segunda obra de Cristian Bravo, respaldada por Proyecta Proyecciones de la Secretaría de Cultura de Jalisco.
“Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea tu nombre…”, son las palabras que salen de la boca del personaje que encarna al toro albino, mientras en sus brazos y pecho reposa derrotado y con lágrimas en los ojos el torero que decidió enfrentarlo.
Esta es la primera escena de la obra de teatro “Toro albino” escrita y dirigida por el dramaturgo Cristian Bravo, que se presentó por una corta temporada en el Foro 790 en Guadalajara, el 28 y 29 de septiembre.
La historia narra el enfrentamiento constante de un torero cobarde ante un toro blanco, las derrotas le cuestan caro, su cuerpo se transforma, se desfigura con cada enfrentamiento, al perder un ojo y por las cicatrices en la piel que los cuernos de la bestia blanca le dejan, por eso éste huye a su lugar feliz, su “hogar, dulce hogar” en donde espera la muerte, un lugar que parece sacado más de un sueño, y en donde los diálogos suben de intensidad y en donde se puede entablar un diálogo con el toro albino.
Simbólicamente el torero que es Emiliano González, viene a representar la figura del hombre mientras que el toro que le da vida Itzel Barajas “es la muestra mayor del patriarcado; un monstruo que nunca va a poder vencer el hombre”, así mismo lo describe el director de la obra.
La escenografía, vestimenta y musicalización a cargo de Yoan Medrano, Amara Cortez y Guillermo Lomelí, toman la estética de la tauromaquia por lo que la representación del toro como fuerza y poder están presentes; sin embargo, este espectáculo tiene ciertas peculiaridades que hacen único el encuentro de la bestia con el hombre: que el toro no tiene una tez oscura sino blanca y que los espectadores no ven correr sangre sino leche materna.
Había una tentativa de que fuera sangriento todo y recurrir al rojo y que toda la obra fuera roja, pero hay un contraste en lo blanco, hay un contraste a lo puro y hay un contraste al rojo como simbólicamente violencia, buscar esa falta de belleza del hombre que está en búsqueda de pero parece que la odia pero parece que la busca constantemente y cuando la tiene la ensucia, eso es el uso del blanco y que el toro albino sea blanco deviene de la peculiaridad del toro.
Cristian Bravo, director de la puesta.
En la obra también resalta el papel de lo divino, de Dios, el hombre, la ausencia, la nada y la muerte pero qué es la muerte en la fiesta brava sino una redención, o al menos así lo describen algunos escritores como Raúl Dorra.
“Toro albino” es la segunda obra dirigida y escrita por Cristian Bravo, en esta ocasión el director dijo haberse inspirado del libro “El deseo de cambiar” de Hooks Bell, y recibió el apoyo de Proyecta Proyecciones de la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Su obra debut fue “Casa Carne” presentada en octubre de 2023, misma que fue seleccionada para este 2024 en el Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU).
Créditos de la obra:
Dirección, dramaturgia, escenografía e iluminación: Cristian Bravo.
Actuaciones: Emiliano González e Itzel Barajas.
Producción y asistencia de dirección: Mafer Barrera.
Vestuario: Yoan Medrano.
Vestuario y escenografía: Aramara Cortez.
Musicalización: Guillermo Lomelí.
Comunicación: José Rivas.