Con palas, costales y guantes, más de mil 500 personas se unieron este miércoles en Puerto Vallarta para limpiar las playas Camarones, Holi y Los Muertos, como parte de la Estrategia Nacional de Limpieza y Conservación de Playas y Costas 2025-2030, impulsada por el Gobierno federal.
Durante la jornada, se recolectaron más de 800 kilos de residuos, entre plásticos, vidrio, metales, textiles, papel y desechos orgánicos, en un tramo de más de 3 kilómetros del litoral jalisciense.
La actividad, que coincidió con el Día Mundial del Medio Ambiente, fue organizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) en conjunto con el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, la Secretaría de Marina y organizaciones civiles.
“Jalisco se suma a esta campaña con entusiasmo. Hoy limpiamos seis playas del municipio con el valioso apoyo de la ciudadanía y más de mil voluntarios”, expresó Paola Bauche Petersen, titular de Semadet.
En total, se retiraron 806.2 kilogramos de basura. Los desechos fueron clasificados para su correcta disposición: 254.5 kilos fueron residuos orgánicos, 180.7 plásticos, 130.5 no reciclables, 78.5 de papel, 68 de vidrio, 56.7 de metal y 37.3 de textiles.
La estrategia nacional, anunciada por la Presidenta Claudia Sheinbaum, busca eliminar en un plazo de cinco años el 100 por ciento de los plásticos en las playas del país. Para ello, involucra a los gobiernos de los 17 estados costeros y 169 municipios con litoral.
El arranque simultáneo de esta estrategia también tuvo lugar en playas de Yucatán, Quintana Roo, Guerrero y Baja California.
Michelle Fridman Hirsch, Secretaria de Turismo, aseguró que estas acciones no sólo protegen los ecosistemas costeros, sino que fortalecen el desarrollo turístico y la calidad de vida de las comunidades.
De acuerdo con la Semarnat, actualmente flotan más de 5 billones de fragmentos de plástico en los océanos, lo que representa un riesgo para la fauna marina y la salud humana por la acumulación de compuestos tóxicos.
“Conservar nuestras playas no es un lujo, es una necesidad urgente y un deber compartido”, señaló Bauche Petersen.











