- Aunque el 14 de febrero es considerado como un día repleto de felicidad y amor, la historia real de su protagonista, San Valentín, tuvo un final desafortunado.
Si a todo febrero se le conoce como el mes del amor y la amistad, y si quienes aman la cursilería no escatiman al gastar grandes cantidades en adornos florales, chocolates, cenas románticas o hasta viajes a una cabañita o a la playa, no es únicamente una obra de la mercadotecnia.
Detrás de los festejos por el 14 de febrero existe un acontecimiento igual de apasionante que obras como Romeo y Julieta, o películas como Titanic, en el cual se refleja el sacrificio que un ser humano puede realizar con tal de ayudar a la felicidad de sus amigos y seres amados.
El protagonista de esta efeméride, San Valentín, sí existió y se trata de uno de los santos más singulares. Según historiadores, en vida fue médico y obispo de Terni y vivió y murió durante el siglo III, época en que el Imperio Romano sostuvo constantes batallas contra los godos.
Ante esta situación, el Emperador Claudius Aurelius Marcus Gothicus, mejor conocido como Claudio II, necesitaba jóvenes fuertes en su ejército y por ello prohibió casarse a los combatientes, al considerar que los hombres sin familia estaban más comprometidos con el imperio.
Pero con tal de legitimar la felicidad de muchos de estos jóvenes, San Valentín no dudó en desobedecer las órdenes, acto que le costó la vida un 14 de febrero luego de casar en secreto a cientos -talvez miles- de soldados.
Su tumba fue ubicada en Terni y es visitada cada año por miles de turistas, quienes acuden a esta ciudad italiana exclusivamente para que el santo les dé buena suerte en sus relaciones amorosas.
Asimismo, diversos templos rinden culto a su figura, como la Asunción de Santa María en Chelmno, Polonia; el Stephansdom, de Viena, y el Beato John Duns Scotus de Glasgow, Escocia.
Los cuestionamientos sobre su existencia se deben a que, entre los años 496 y el 498 d. de C, el Papa Gelasio estableció honrar la memoria de un valiente sacerdote y así erradicar las tradiciones paganas de Roma que honraban a la fertilidad entre los días 13 y 15 de febrero.
Aunque estos ritos arcaicos perduraron varios siglos más, el Día del Amor y la Amistad se popularizó a gran escala y se tiene registro que fue en 494 cuando se celebró por primera vez.
En 1969 esta fecha fue borrada del calendario litúrgico por Pablo VI. No obstante, el actual Papa, el argentino Francisco I, en 2014 celebró esta festividad con una misa a la que acudieron alrededor de 10 mil parejas.
LAS CARTAS DE AMOR
Se cuenta que después del juicio, el juez Asterio le preguntó a San Valentín si podía curar de la vista a su hija ciega y al lograrlo, libró la ejecución. Sin embargo, Claudio II ordenó apresarlo de nuevo para decapitarlo en la Puerta de Flaminia ante toda la plaza.
Como última voluntad se le permitió redactar un mensaje para la joven que le devolvió la vista y de este acto surgió la tradición de escribir cartas, notas y recados a los seres queridos cada 14 de febrero.
Otra versión señala que San Valentín primero fue desterrado y en algún lugar lejano a Roma lo aprehendieron y enjuiciaron. Durante el proceso conoció a la hija del juez, que era ciega, platicó con ella, rezó a Dios para sanarla, y antes de despedirse le dio un papelito.
La muchacha, a quien muchos nombran Julia, recuperó la vista el día de la ejecución y en la nota estaba escrita la frase: “tu Valentín”, acto que lo convirtió en el Santo del Amor.
Quienes defienden esta versión afirman que San Valentín se enamoró de Julia, quien después plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba, como símbolo del amor y la amistad eterna.
Incluso existe una teoría que ubica a tres personajes distintos de nombre Valentín que dan vida a esta fecha:
-El médico romano que se hizo sacerdote y casaba a los soldados.
-Un obispo de la ciudad de Interamna (hoy Terni, Italia).
-Otro obispo llamado Valentín de Recia, que vivió en el siglo V y que fue enterrado en Marlengo, y que actualmente en Alemania es invocado para curar la epilepsia.
POESÍA
Ub aspecto que fortaleció la popularidad del 14 de febrero fue su inclusión en la literatura, destacando los poemas de Geoffrey Chaucer, escritor, filósofo y diplomático inglés que vivió durante la recta final de la Edad Media.
En sus obras referentes al “amor cortés”, como Parlement of Foules de 1382, realiza múltiples referencias al Día de San Valentín, dándole un significado más comercial y menos religioso.
Además de México, Argentina y Chile también celebran el 14 de febrero. En estos países lo llaman el “Día de los enamorados”. En Brasil, el Día dos Namorados, es el 12 de junio, mientras que Bolivia y Colombia lo festejan en septiembre.
Lo cierto es que además de los enamorados y los fieles religiosos, quienes también esperan gustosos este día son decenas de comerciantes dedicados a la venta de flores, dulces, globos y demás regalos.