Los recientes traslados de personas vinculadas al crimen desde México hacia Estados Unidos han despertado incertidumbre sobre las repercusiones que esto tendrá en la relación bilateral, tanto en materia de seguridad como en el ámbito económico. De acuerdo con el analista en temas de seguridad y justicia, Luis Carlos Sainz, la presión desde Washington hacia el gobierno mexicano irá en aumento.
“El gobierno de EE.UU. no está reconociendo de manera abierta la entrega de estos narcotraficantes. Seguimos en una negociación incierta respecto a los aranceles, y parece que la exigencia será que los operativos contra el crimen organizado sean continuos”, señaló el especialista.
Esta presión podría traducirse en un refuerzo de acciones contra los grupos delictivos, lo que también pone en duda la posible respuesta de estas organizaciones. Aunque históricamente se han registrado episodios violentos tras la captura de líderes criminales, Sainz considera que, en esta ocasión, la situación es diferente.
“Los cárteles están preocupados. Están viendo lo que acaba de pasar y seguramente sienten temor. Aún quedan miembros importantes en los penales federales de alta seguridad, más los que puedan ser detenidos en esta nueva ofensiva. No dudemos que, por esta presión, la captura de Iván Archivaldo Guzmán ocurra muy pronto”, advirtió.
Con esta estrategia en marcha y la expectativa de nuevas detenciones, queda por verse cuál será el desenlace de esta dinámica en la lucha contra el crimen organizado y su impacto en la relación entre México y Estados Unidos.
Con información de Karina Lomelí.