- La CNDH se divide entre quienes defienden su carácter autónomo y quien se alinea al gobierno federal que impulsa el poder de las Fuerzas Armadas.
- Esta revisión debe contemplar aspectos estructurales y financieros, así como una consulta con víctimas para redefinir la actuación de esta instancia
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) es un organismo que padece una crisis interna entre quienes defienden su carácter autónomo y su presidenta, Rosario Piedra Ibarra, quien se alinea al gobierno federal que impulsa el poder de las Fuerzas Armadas.
Uno de los aspectos que marcaron dicho distanciamiento fueron sus posiciones ante la iniciativa presidencial de adscribir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional con una recomendación aprobada por los consejeros que posteriormente se usó con fines políticos apegados al oficialismo.
El 23 de octubre los integrantes del Consejo Consultivo renunciaron por las muestras de indiferencia de Rosario Piedra Ibarra, a quien señalan de apegarse al mandato presidencial, además de no contar con experiencia en la protección de derechos humanos. Piedra ha mantenido una relación distante con el Consejo. Se ha mencionado que también ignora las recomendaciones del órgano moral dentro de la institución.
De acuerdo con uno de los seis integrantes del Consejo Consultivo, Bernardo Romero Vázquez, Piedra Ibarra convertía en enemigo a cualquiera que emitiera una crítica o señalamiento ante las decisiones presidenciales, mientras que los consejeros, dejaban de lado otros asuntos para dedicar mayor tiempo a las actividades de análisis de los materiales y hacer propuestas que no eran escuchadas.
Por otra parte, la gestión de Rosario Piedra frente a la CNDH ha criminalizado a mujeres que protestan por violencia de género y casos de feminicidio. También destaca la acción de inconstitucionalidad que presentó el organismo en contra de la Ley 3 de 3 contra la violencia que impedía a deudores alimentarios ocupar cargos político en Yucatán, por lo que colectivas feministas exigieron la renuncia de Piedra y solicitaron que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificara la validez de esta ley para contribuir al fortalecimiento del Estado de derecho.
El Centro Pro Derechos Humanos señaló que la CNDH cerró quejas sin investigar donde existen indicios de vulneraciones a derechos humanos. En cuanto a las acciones de inconstitucionalidad, se hizo hincapié en que se repitió la tendencia a interponerlas respecto de cuestiones de índole estatal y municipal.
Te puede interesar:
- INTEGRANTES DEL CONSEJO CONSULTIVO DE LA CNDH RENUNCIAN POR INCONFORMIDAD
- AUMENTARON EN 2022 QUEJAS ANTE CNDHJ EN APOYO DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
- REALIZAN EN JALISCO PRIMER CONGRESO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS DE LA NIÑEZ
Respecto a la comunicación social sobre la renuncia de los consejeros ciudadanos, la CNDH se centró en responder a medios de comunicación que expresaban críticas a su labor con un tono impropio de una institución de este tipo, pues empleaban adjetivos desproporcionados, además de enfrentarse a instancias internacionales de derechos humanos.
Los exconsejeros expresan que la mala gestión de Piedra Ibarra no significa que previo a ella se tuviera una mejor dirección. Por otra parte, se sugiere una revisión a la institución con acompañamiento de la sociedad civil que contemple aspectos estructurales y financieros, así como una consulta con víctimas para redefinir la actuación de esta instancia. También se considera necesario un debate para reformar a la CNDH.
*Con información de: Proceso y Animal Político.
.
