- La lluvia amenazó desde muy temprano en la ciudad, pero los asistentes acudieron hasta la Unidad deportiva Mariano Otero.
El público tenía una cita con sus ídolos, ex jugadores de las Chivas del Guadalajara, que se enfrentarían al equipo Ocelotes de Tlajomulco y funcionarios de gobierno encabezados por el número 9 y el 10, del presidente de Tlajomulco, Salvador Zamora y el gobernador, Enrique Alfaro, respectivamente.
El cielo se despejó y el sol salió con ganas. Desde una hora antes del encuentro los colores rojo y blanco inundaron las gradas. Uno que otro se puso la verde, para apoyar a México en el mundial. Niños que jamás vieron jugar al Tilón Chávez o al Tiburón Sánchez, pero que sus papás y abuelos sí. A fin de cuentas la emoción era la misma, no siempre se puede ver a leyendas del fútbol jugar cerca de casa.
El partido comenzó y la batucada no se hizo esperar. Apenas habían pasado unos minutos cuando el primer gol de Chivas llegó. Y un segundo. Y un tercero. Primer tiempo 0-3 ganando el rebaño. Los aficionados en las gradas, emocionados, giraban la matraca y cantaban las porras para los dos equipos. En el medio tiempo los jugadores se acercaron a firmar playeras, tomarse selfies y convivir con sus aficionados.
Ya en el segundo tiempo el sol dio tregua y en la mitad del tiempo cayó en primer gol de Ocelotes, el del honor, que le llaman. Otro de Chivas, y luego de una falta contra Ocelotes llegó el tan esperado penal. El partido terminó 2-4 a favor de las Chivas del Guadalajara, pero el marcador era lo de menos. Los aficionados bajaron a la cancha a convivir con sus jugadores y pasar un rato diferente a cualquier día festivo. Tuvieron cerca a sus ídolos y eso es lo que importó.