La noche de este miércoles el gobernador Pablo Lemus dio el banderazo de salida a los más de dos mil atletas convencionales y 400 de deporte adaptado que integran la Selección Jalisco rumbo a la Olimpiada y Paralimpiada Nacional CONADE 2025. Un mar de uniformes azul y oro llenó de energía la ceremonia de abanderamiento, la cual no solo marcó el inicio de la competencia, sino también un nuevo capítulo en la historia deportiva del estado.
“Con la convicción de que seremos campeones una vez más”, pronunció Lemus ante cientos de jóvenes y sus familias, recordando los 23 campeonatos consecutivos en deporte convencional y los 19 en adaptado que consolidan a Jalisco como potencia indiscutible en el país.
A lo largo de la velada, entre abrazos, selfies, tambores y arengas de porras, no hubo rincón del recinto que no respirara el nervio y la emoción del desafío que está por comenzar. Son niñas, niños y adolescentes entre los 9 y los 22 años que han dejado horas de juego para convertirlas en entrenamientos, que conocen el sacrificio de los días sin descanso y que hoy representan no solo a un estado, sino a generaciones enteras de esfuerzo silencioso.
“Cada medalla es una historia de superación”, recalcó el mandatario, reconociendo el papel fundamental de entrenadoras, entrenadores y familias en esta travesía. La ceremonia también sirvió como antesala para recordar que este año, la Olimpiada Nacional —que recupera oficialmente su nombre tras años como Juegos Nacionales CONADE— tendrá a Jalisco como sede de 21 disciplinas.
Del 19 de mayo al 11 de julio, los principales polideportivos del estado —como el Revolución, Paradero, Metropolitano y Ávila Camacho— recibirán a más de 18 mil atletas de todo México. Aquí competirán en clavados, taekwondo, béisbol, squash, charrería, hockey sobre pasto y natación, entre muchas otras.
Jalisco compartirá sede en esta Olimpiada Nacional CONADE junto los estados de Tlaxcala, Yucatán, Puebla y Colima.
Pero esta noche no se trató de medallas aún. Fue la noche del aliento, de la identidad, del símbolo. Fue la noche en la que cientos de jóvenes prometieron que darán el máximo en la pista, la alberca, el tatami o el diamante, haciéndolo con el corazón por delante.














