El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió este miércoles que su país “nunca se rendirá” ante Israel –que bombardeó instalaciones nucleares– y amenazó con “daños irreparables” en caso de que Washington se sume a la ofensiva.
“La nación iraní se opone firmemente a una guerra impuesta, como se opondrá firmemente a una paz impuesta. Esta nación nunca se rendirá a los dictados de nadie”, afirmó Jamenei en un discurso televisado.
También lanzó una advertencia a Estados Unidos: “Los norteamericanos deben saber que cualquier intervención militar por su parte implicará daños irreparables”.
El presidente estadounidense había indicado que su país podría matar a Jamenei, alimentando la especulación sobre una implicación directa de Washington en el conflicto abierto por Israel el viernes.
Y este miércoles, Trump volvió a dejar en el aire la posibilidad de que Washington participe en el conflicto. “Puede que lo haga, puede que no. Es decir, nadie sabe qué voy a hacer”, declaró.
Según el magnate republicano, Teherán incluso propuso enviar a funcionarios a la Casa Blanca para negociar sobre el programa nuclear iraní y poner fin a los bombardeos. Pero es “muy tarde”, subrayó.
La guerra comenzó el viernes pasado, cuando Israel lanzó bombardeos en territorio iraní, que justificó por la necesidad de evitar que Irán se haga con la bomba atómica, un objetivo negado repetidamente por Teherán.
La ofensiva paralizó las negociaciones en curso entre Teherán y Washington para limitar el programa nuclear del país islámico a cambio de un levantamiento de sanciones económicas.
Estados Unidos asegura que no estuvo involucrado en el ataque inicial y que quiere dar prioridad a una solución diplomática con Teherán, aunque las últimas declaraciones de Trump podrían indicar un cambio de postura.
“Escasez de alimentos”
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró el miércoles que los aviones de la fuerza aérea destruyeron la “sede de seguridad interior” de Irán.
El ejército israelí había anunciado previamente ataques contra “objetivos militares” en Teherán, donde se formaron largas filas frente a gasolineras.
Las estaciones de servicio “están repletas de gente y los precios subieron”, denunció un camionero de 40 años en la frontera con Irak. También hay “escasez de alimentos, como arroz, pan, azúcar o té”, dijo, presentándose bajo el nombre de Fatah.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) indicó el miércoles que los ataques israelíes destruyeron dos edificios donde se fabricaban piezas para las centrifugadoras del programa nuclear iraní, en Karaj, cerca de la capital.
También fue alcanzado un edificio del Centro de Investigación de Teherán, donde “se fabricaban y probaban rotores para centrifugadoras avanzadas”, indicó el organismo en X.
Según el ejército israelí, “más de 50 aviones” atacaron un centro de producción de centrifugadoras de uranio en Teherán y varios sitios de fabricación de armas.
La Media Luna Roja iraní, por su parte, afirmó que Israel realizó un bombardeo cerca de su sede en Teherán.
Por su parte, las fuerzas armadas israelíes afirmaron que Irán lanzó misiles balísticos por la noche hacia su territorio, la mayor parte de los cuales fueron interceptados. También se abatieron drones en la región del mar Muerto.
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