Joven, atrevido y talentoso: el mexicano Isaac del Toro está acaparando los focos en el Giro de Italia, recordando por su forma de correr a un tal Tadej Pogacar, y poniendo a México, un país sin gran tradición en este deporte, en el mapa ciclista.
Primer mexicano en llevar el maillot de líder en una gran vuelta, el corredor del UAE sigue firmemente al mando de la clasificación general del Giro, antes de las etapas montañosas de la tercera semana que decidirán la suerte de la 108ª edición de esta carrera.
¿Puede ganarla? Es la pregunta que todo el mundo se hace desde que se vistiera de rosa por primera vez al término de la 9ª etapa, en Siena, hace poco más de una semana.
Muchos creen que ‘el Torito’ es “de lejos el corredor más fuerte” del Giro, tal como dijo el colombiano Egan Bernal, vencedor del Tour de Francia en 2019.
Facilidad insolente de pedaleo
Una facilidad en el pedaleo que a veces hasta parece insolente, como este pasado domingo cuando se colocó tranquilamente la chaqueta mientras subía un puerto a rueda de Bernal y del ecuatoriano Richard Carapaz, quienes por su parte se retorcían de dolor.
A siete días del final de la carrera en Roma, las dudas persisten en cuanto a su capacidad para encadenar varias etapas de montaña y hacerlo, además, tras dos semanas previas de grandes esfuerzos.
“No lo sé, todo esto en nuevo para mí, estoy viviendo un sueño. A veces me pongo nervioso, pero está bien, sólo tengo 21 años”, repite el bajacaliforniano tras cada etapa, pese a su imagen de imperturbable.
La situación no es fácil para alguien que llegó al Giro con la misión de ayudar a sus compañeros Juan Ayuso y Adam Yates a ganar la carrera y que dos semanas después se encuentra en el foco de un equipo que debe tomar partido por uno de sus ciclistas.
“No soy Tadej Pogacar”
“Hay que ver. Juan y Adam son tan fuertes… Tenemos que jugar nuestras cartas, pero está claro que he demostrado que también soy bastante bueno“, añadió el ciclista el domingo.
Lo cierto es que todos los focos están apuntando hasta ahora al joven mexicano, que pasea su carisma natural y un estilo fresco que recuerda al del ‘capo’ del UAE, Tadej Pogacar, con el que charla frecuentemente.
“Pienso que él confía en mí, pero yo no soy Tadej Pogacar, su motor es más grande que el mío”, bromeó el mexicano sobre su compañero, triple vencedor del Tour de Francia y la gran estrella del pelotón actual.
Del Toro sí reveló que el propio Pogacar, que actualmente se entrena para preparar la ‘Grande Boucle’, le envió un mensaje de texto en el que le aconsejó atacar en la etapa de Siena, antes de publicar una foto de ambos en las redes sociales.
La eclosión de Del Toro recuerda a la del esloveno en la Vuelta a España de 2019, cuando Pogacar, en su primera carrera de tres semanas, ganó tres etapas y acabó tercero. Al año siguiente ganó su primer Tour.
Ambos tienen en común también el haber ganado el Tour del Porvenir, considerado el Tour de Francia de los jóvenes.
Y la impresión visual es chocante cuando se ve a Del Toro sobre la bicicleta, inclinado hacia delante y con el pecho bien erguido cuando la carretera se empina… imitando el estilo del esloveno.
“La estrella del futuro”
“Tenemos aquí a otro fenómeno”, dice Fabio Baldato, el director deportivo de Del Toro en este Giro.
Nacido a orillas del Pacífico, en Ensenada, Baja California e instalado en San Marino desde los 15 años, el mexicano, al igual que Pogacar, procede de un país sin tradición ciclista.
Su país empieza a entusiasmarse con sus aventuras. “Imagina lo que es tener a todo un pueblo detrás tuyo”, dice maravillado.
Ciclista profesional en los años 1980-1990, su compatriota Raúl Alcalá ya ve a Del Toro como “ganador del Giro”.
“Está destinado a hacer grandes cosas. Está sorprendiendo a todo el mundo, pero ya ha demostrado cosas esta temporada como su victoria en la Milán-Turín”, una de las clásicas más antiguas del mundo, explicó el exciclista mexicano al diario Esto.
Para Alex Carrera, agente de Del Toro, es “importante para el ciclismo ” el tener a un corredor que procede de un continente que no es Europa. Para él, el mexicano, del que destaca su profesionalismo, “lo tiene todo para ser la estrella del futuro”.
Y sabe de lo que habla porque es también el agente de… ¡Pogacar!
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