A un año de la Copa del Mundo en Norteamérica, los hinchas iraníes ven desvanecerse su sueño de viajar para apoyar a su selección luego del anuncio de Estados Unidos de prohibir la entrada al país a los ciudadanos de una decena de países, entre ellos Irán.
Estados Unidos no ha tenido relaciones diplomáticas con Irán durante cuatro décadas.
La mayoría de los partidos, así como la final, se llevarán a cabo en suelo estadounidense.
En la República Islámica, muchos soñaban con acompañar al ‘Team Melli’ el próximo año, hasta la decisión del presidente Trump de prohibir la entrada en suelo americano a los ciudadanos de 12 países a partir del 9 de junio para protegerse de “terroristas extranjeros”.
La medida, no obstante, no afectará a los futbolistas ni a los deportistas que participen en 2028 en los Juegos Olímpicos de Los Angeles.
“Mis amigos y yo llevamos años esperando que el ‘Team Melli’ (equipo nacional en persa) juegue una Copa del Mundo en Estados Unidos”, declaró a la AFP Sohrab Naderi, un agente inmobiliario de Teherán.
Tensiones sobre el programa nuclear
Pero “este sueño podría desaparecer debido a la política, sobre la cual no tenemos ningún control”, añade este hombre de 46 años que asistió en 2022 a la Copa del Mundo en Catar, cuando Estados Unidos venció a Irán 1-0 en la fase de grupos.
Irán se clasificó para la fase final mundialista en marzo, en pleno periodo de tensión con Estados Unidos por el programa nuclear iraní.
El presidente estadounidense Donald Trump, defensor de una política dura hacia Teherán, había instado a Irán a negociar pero amenazó con bombardear el país en caso de fracaso diplomático.
Desde entonces, los dos países han mantenido múltiples conversaciones bajo la mediación del sultanato de Omán, aunque el resultado de las negociaciones sigue siendo incierto.
Antes incluso del anuncio de de Trump, muchos seguidores entrevistados por la AFP admitieron su temor a no poder viajar a Estados Unidos para asistir al Mundial.
“Cada iraní tiene derecho a apoyar a su equipo, como cualquier otra nación, aunque el partido se celebre en Estados Unidos o en cualquier otro lugar”, opina Hasti Teymourpour, una seguidora de 16 años, que lleva una bandera azul sobre los hombros.
Diplomacia deportiva
El deporte podría contribuir a descongelar las relaciones, según algunos observadores.
“La diplomacia deportiva puede actuar como un catalizador poderoso y acelerar los esfuerzos de los diplomáticos“, aseguró el politólogo iraní Mohammad-Reza Manafi.
El fútbol es “una excelente oportunidad para avanzar en la diplomacia entre los dos países”, añade.
Durante el Mundial de 1998 en Francia, los futbolistas iraníes ofrecieron flores a sus oponentes estadounidenses en un partido que se convirtió en mítico.
Los dos equipos posaron juntos para las fotos en un rarísimo gesto público de acercamiento entre ambas naciones enemigas.
Irán ganó 2-1, una victoria celebrada en Teherán como un inmenso orgullo tanto deportivo como político.
El sorteo del Mundial 2026 está previsto para finales de año y ambos equipos podrían volver a cruzarse.
“Los dos países no son enemigos entre sí, este asunto pertenece a los gobiernos”, afirmó Siamak Kalantari, un obrero de 44 años.
“Si volvemos a enfrentarnos a Estados Unidos, seguramente ganaremos”, vaticinó Mahdieh Olfati, una seguidora de 18 años.
Un partido amistoso antes del torneo podría ayudar a aliviar las tensiones, según Manafi.
Un evento como ese permitiría “lograr lo que los políticos de ambos países no han conseguido hacer en años”, subrayó.
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