Tres personas fueron detenidas en Tamaulipas como sospechosas por la muerte de cinco integrantes de un grupo musical de la ciudad de Reynosa, informaron autoridades este lunes.
Según la fiscalía, los cinco hombres del grupo Fugitivo fueron secuestrados la noche del domingo 25 de mayo cuando se dirigían a un concierto en una camioneta. Sus cadáveres fueron hallados en un predio de la ciudad de Reynosa el pasado jueves.
“Se realizó un despliegue en tres predios en el municipio de Reynosa, donde se detuvo a Santos ‘N’, Raúl ‘N’ y Jesús Alejandro ‘N'”, quienes estarían relacionados con el crimen, dijo en un comunicado la Secretaría de Seguridad Pública.
La dependencia añadió que a estas personas les hallaron además armas largas, cartuchos, así como cocaína, metanfetamina y marihuana.
Profesión de riesgo
Por años, músicos del llamado “regional mexicano” han sido blanco de amenazas y agresiones por grupos del crimen organizado, que les pagan por componer e interpretar “narcocorridos” que exalten a sus líderes.
En 2013, en Nuevo León, 17 músicos del grupo Kombo Kolombia fueron ejecutados por miembros del cártel de Sinaloa, quienes habrían castigado así su supuesto vínculo con una banda rival.
En 2008 en Culiacán, cuatro integrantes de los Herederos de Sinaloa fueron asesinados.
Otros casos sonados fueron los de Valentín Elizalde, asesinado también en Reynosa cuando salía de una presentación en 2006, y el de Sergio Gómez, vocalista del grupo K-Paz de la Sierra, abatido en Michoacán en 2007.
Entre 2006 y 2013, habían sido ultimados unos cincuenta músicos de narcocorridos.
Pese a estos crímenes, el género mantiene gran popularidad, lo que impulsó a la presidenta Claudia Sheinbaum a lanzar en abril un concurso binacional de música “por la paz y contra las adicciones”, que busca contrarrestar su auge entre jóvenes de México y Estados Unidos.
© Agence France-Presse