Hasta 90 por ciento de los niños diagnosticados con retinoblastoma, un tipo de cáncer ocular exclusivo de la infancia, pueden salvar sus ojos si el tratamiento inicia a tiempo, advirtió el Hospital Civil de Guadalajara (HCG), que organizará una campaña de concientización y detección oportuna durante la Semana Mundial del Retinoblastoma, del 11 al 17 de mayo.
Este cáncer, que puede desarrollarse incluso desde el vientre materno, representa una amenaza para la vista e incluso la vida de los menores, por lo que se recomienda realizar revisiones periódicas con oftalmólogos pediátricos desde el primer mes de vida y hasta los ocho años de edad, etapa en la que culmina el desarrollo visual.
“La detección oportuna es fundamental. Cuando los tumores son pequeños, podemos usar tratamientos como quimioterapia, láser o crioterapia. Pero si el tumor está muy avanzado, la única opción es retirar el ojo”, explicó la doctora Graciela González Pérez, responsable de la Clínica de Retinoblastoma del Servicio de Oftalmología del HCG “Fray Antonio Alcalde”.
Entre los signos de alerta más frecuentes se encuentra la leucocoria —un reflejo blanco en la pupila que puede notarse en fotografías con flash— así como estrabismo e inflamación ocular en casos menos comunes. Ante estos síntomas, la especialista llamó a madres, padres y tutores a no retrasar la atención médica.
Durante la campaña de la próxima semana, se ofrecerán consultas de detección gratuita de 8:00 a 14:00 horas. El objetivo es identificar casos no diagnosticados de retinoblastoma, así como otras enfermedades oculares en niñas y niños.
La doctora González señaló que alrededor de 50 por ciento de los casos llegan en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de conservar el ojo son prácticamente nulas. En esos escenarios, además de procurar salvar la vida del menor, el HCG ofrece atención integral que incluye la colocación de prótesis.
El retinoblastoma es una enfermedad poco frecuente, pero grave: se estima que afecta a uno de cada mil nacimientos vivos. Cerca del 60 por ciento de los casos surgen por mutaciones genéticas espontáneas, mientras que el resto tiene un origen hereditario. Por ello, la especialista hizo un llamado especial a las familias con antecedentes de este cáncer: “Tienen que saber que si van a arriesgarse a tener hijos, el 50 por ciento de sus hijos van a tener retinoblastoma”.
El HCG es una de las pocas instituciones en México con capacidad tecnológica y médica para tratar este padecimiento. La meta, subrayó González Pérez, es clara: salvar la vida y, en la medida de lo posible, la vista de los pacientes.