Aunque México es uno de los países con más católicos en el mundo, las probabilidades de que un mexicano llegue a ser el próximo papa son “bajas”, según investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG). La razón no es falta de fe, sino la dinámica interna del Vaticano y la línea que ha trazado el papa Francisco.
Heriberto Vega, profesor del Centro Universitario de Tonalá, explicó que la elección del nuevo pontífice seguramente buscará continuidad con el estilo progresista de Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco. “Como el 80% de los cardenales fueron nombrados ahora por el papa Francisco, creemos que apunta un poco más a continuar esta línea pastoral”, dijo el académico.
Entre los favoritos para suceder a Francisco, de 87 años, destacan el italiano Pietro Parolin y el asiático Luis Antonio Tagle, ambos conocidos por sus posturas abiertas y su sintonía con el actual pontífice. “No será exactamente igual, porque nada va a ser igual, pero sí más o menos esta línea de sinodalidad, participación y cierta apertura, no tanta, porque no se puede abrir tan fácil”, comentó Vega.
Por su parte, el doctor Fabián Acosta Rico, del Departamento de Filosofía de la UdeG, aseguró que, aunque las corrientes conservadoras han ganado espacio en la Iglesia católica, todavía están lejos de llegar al poder. “Los que se inclinan hacia posturas tridentinas o tradicionalistas siguen siendo una minoría”, señaló. Eso sí, admitió que esos sectores, conocidos como “benedictinos”, están creciendo, pero se muestran cada vez más apolíticos.
En un país como México, donde más del 70% de la población se identifica como católica, muchos aún sueñan con ver a un mexicano en el trono de San Pedro. Pero por ahora, ese anhelo parece más una oración que una posibilidad real.
Con información de Mayra Carrillo.