El secretario de Estado, Antony Blinken anunció este viernes que los Estados Unidos no reconocen a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, luego de que éste tomara ante la Asamblea Nacional posesión para un nuevo mandato, entre acusaciones de “golpe de Estado” por parte de la oposición.
En comunicado oficial, Blinken exigió que el opositor Edmundo González Urrutia sea juramentado como nuevo mandatario y señaló que Maduro “celebró una ceremonia de investidura presidencial ilegítima en Venezuela en un intento desesperado por tomar el poder“.
“Maduro perdió claramente las elecciones presidenciales de 2024 y no tiene derecho a reclamar la presidencia” por lo que Estados Unidos “no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela” y rechaza el “anuncio fraudulento” del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre el triunfo del chavista en los comicios del 28 de julio.
Además, el gobierno estadounidense elevó a 25 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, al que acusa por narcotráfico.
De igual manera se ha prohibido la entrada al país a cerca de dos mil personas vinculadas a Maduro y se ha impuesto sanciones económicas a 187 por las mismas razones.
Por su parte, y con el “espíritu de respetar la voluntad democrática del pueblo venezolano”, Canadá reconoció ayer formalmente al opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.
Adicionalmente y coincidiendo con la investidura de Maduro, el país del norte publicó un documento donde se anuncian nuevas sanciones en contra de funcionarios venezolanos envueltos en presuntas violaciones a los derechos humanos.
Unión Europea denuncia carencia de legitimidad
La Unión Europea afirmó por su parte que la investidura del reelecto presidente carece de “la legitimidad” de un mandatario “democráticamente elegido”.
“Las autoridades venezolanas perdieron una oportunidad clave de respetar la voluntad del pueblo y asegurar una transición democrática transparente con garantías para todos. Nicolás Maduro, por tanto, carece de la legitimidad de un presidente democráticamente elegido”, declaró la jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas.
Mientras, en Sudámerica, la presidencia de Perú rechazó mediante comunicado oficial la toma de posesión realizada “fraudulentamente”.
Previo a la investidura, Argentina, Chile y República Dominicana se posicionaron contra el régimen de Maduro, mientras que China, Rusia, Irán y otros aliados de Venezuela, aceptaron los resultados oficiales y algunos incluso enviaron representantes a la ceremonia.