Con la elección del jurado, ayer inició en la corte de Nueva York el juicio al magnate de la música Diddy Combs, acusado de tráfico sexual y asociación ilícita.
Sean Combs, de 55 años, está acusado de dirigir una red criminal que obligaba a las víctimas a participar en orgías sexuales bajo efectos de drogas, mediante amenazas y violencia.
Durante décadas, el artista conocido como Puff Daddy y P Diddy, entre otros nombres, amasó una enorme fortuna gracias a su trabajo en la música, pero también a sus aventuras en la industria de la bebida.
Quien abrió las compuertas contra el ganador de un Grammy fue su expareja Casandra Cassie Ventura. La cantante presentó en 2023 una demanda civil alegando que Combs la sometió durante más de diez años a coacciones mediante fuerza física y drogas y la violó en 2018.
Un vídeo de una cámara en un hotel en 2016 que muestra a Combs agrediendo físicamente a Ventura fue parcialmente admitido como prueba en el proceso por el juez Arun Subramanian.
La acusación sostiene que el episodio se produjo luego de una de las orgías promovidas por Combs: maratones sexuales realizados bajo coacción y el efecto de drogas, que incluían trabajadoras sexuales y que en ocasiones eran filmados.
Aunque la demanda de Ventura se resolvió fuera de los tribunales, se espera que ella sea un testigo clave en el juicio.
A la suya le siguieron una serie de denuncias de agresión sexual igualmente escabrosas de mujeres y hombres.
La acusación penal federal contra el rapero se presentó después de una redada de sus propiedades de lujo en Miami y Los Ángeles.
Combs fue objeto durante años de acusaciones de agresión física, que se remontan hasta bien entrada la década de 1990, hasta ahora sin consecuencias penales.
Los cargos que lo sientan en el banquillo incluyen uno de conspiración para el crimen organizado, una figura jurídica concebida originalmente para combatir la mafia, pero que en los últimos años también se ha invocado en casos de abuso sexual. Esto permite a la fiscalía proyectar una visión de largo plazo de la actividad delictiva en lugar de perseguir delitos sexuales aislados.
En 2021 se utilizó para procesar a R. Kelly, el cantante de R&B caído en desgracia que fue condenado a más de 30 años de prisión por conducta sexual delictiva, que incluía también a menores.
La industria también está siguiendo el caso de Combs como un posible punto de inflexión en el mundo de la música que, más allá del caso de Kelly, ha eludido en general el movimiento de denuncias #MeToo que sacudió a Hollywood en los últimos años.
PARA SABER
- Combs se ha declarado inocente de todos los cargos, ya que, según él, dichas relaciones sexuales fueron consentidas.
- Detenido desde 2024, el juez le ha denegado en varias ocasiones la libertad bajo fianza.
- La fiscalía dijo al juez recientemente que le había ofrecido un acuerdo de culpabilidad, que él rechazó.
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