La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) prohibió recientemente el uso del colorante rojo número 3 en alimentos, debido al riesgo de cáncer asociado a su consumo. En México, especialistas del Centro Universitario del Sur (CUSur) de la Universidad de Guadalajara advierten sobre la urgencia de revisar el etiquetado de productos ultraprocesados y reducir el consumo de este aditivo.
La doctora Elia Herminia Valdés Miramontes, investigadora del CUSur, explicó que la decisión de la FDA se basa en estudios científicos realizados en animales, en los que se observó el desarrollo de tumores tras el consumo del colorante en grandes cantidades. “Es un aditivo común en gomitas, bebidas, gelatinas, bombones y productos de repostería, donde se busca un rojo brillante y atractivo para el consumidor”, detalló.
Aunque la medida en Estados Unidos ya entró en vigor, la retirada del colorante de los productos será gradual. La FDA ha dado plazo a la industria hasta 2027 para eliminar su uso en alimentos y hasta 2028 en medicamentos. La razón: permitir que los fabricantes reformulen sus productos sin perder sus características comerciales.
Valdés Miramontes señaló que existen alternativas naturales al colorante rojo 3, como las betalaínas del betabel, las antocianinas presentes en berries, y el licopeno del jitomate, que ofrece estabilidad similar al aditivo prohibido.
En el caso de México, la Cofepris deberá evaluar la advertencia estadounidense y considerar ajustes en la regulación nacional. “No sólo el rojo 3, también otros colorantes artificiales azoicos están siendo estudiados por sus efectos adversos”, dijo la experta.
La investigadora exhortó a la población a leer las etiquetas, identificar los ingredientes de los productos preenvasados y preferir opciones naturales. “Cada vez más consumidores buscan alimentos con ingredientes limpios. Nuestra salud lo agradece”, concluyó.

