Buscar comida no debe suponer “nunca” una “condena de muerte”, dijo el viernes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al denunciar el nuevo sistema “militarizado” de distribución de ayuda humanitaria en Gaza que “mata a la gente”.
“La gente muere simplemente por intentar alimentarse a sí misma y a sus familias. Recoger alimentos nunca debería ser una sentencia de muerte”, dijo a la prensa Guterres, que no mencionó a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), cuyas operaciones de distribución de ayuda se han convertido en una trampa a menudo mortal.
“Cualquier operación que canalice a civiles desesperados hacia zonas militarizadas es intrínsecamente peligrosa. Mata a la gente”, denunció, antes de destacar la “crisis humanitaria de proporciones aterradoras” causada por las operaciones militares israelíes en represalia por el ataque sin precedentes de Hamás del 7 de octubre de 2023.
A principios de marzo, Israel impuso un bloqueo humanitario al territorio palestino, lo que provocó una grave escasez de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
El bloqueo se levantó parcialmente a finales de mayo, cuando la GHF, apoyada por Israel y Estados Unidos, empezó a distribuir ayuda, para lo que cuenta con contratistas armados para garantizar la seguridad.
Según el ministerio de Sanidad gazatí controlado por el gobierno de Hamás, casi 550 personas han muerto y más de 4 mil han resultado heridas en las enormes colas que se forman para llegar a los distintos centros de distribución de ayuda humanitaria de la GHF.
La GHF repite regularmente que sus operaciones de distribución en el interior de sus centros se desarrollan sin problemas y niega que se hayan producido tiroteos mortales en las inmediaciones de los pocos puntos de ayuda que sirven a todo el territorio.
Dadas las restricciones impuestas a los medios de comunicación por Israel en Gaza y las dificultades para acceder a la zona de guerra, AFP no está en condiciones de verificar de forma independiente las cifras proporcionadas por las organizaciones que operan sobre el terreno.
“Hay que resolver el problema de la distribución de la ayuda humanitaria. No hay necesidad de reinventar la rueda con sistemas peligrosos”, insistió Guterres, en un momento en que la ONU y las oenegés humanitarias se niegan a trabajar con la GHF por dudas sobre sus procedimientos y su neutralidad.
“Tenemos una solución, un plan detallado anclado en los principios humanitarios de dignidad, imparcialidad, neutralidad e independencia”, añadió.
“Tenemos los medios, tenemos la experiencia. Nuestro plan se guía por lo que necesita la población (…) Funcionó durante el último alto el fuego, hay que permitir que vuelva a funcionar”, abogó, pidiendo que entre en Gaza un “océano” de ayuda humanitaria.
“El conflicto entre Israel e Irán ha dominado las noticias, pero no debemos permitir que el sufrimiento de los palestinos de Gaza quede relegado a las sombras”, pidió. “Es hora de encontrar el valor político para un alto el fuego”.
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