Germán Brunati ya no es parte del Atlas. El argentino dejó su cargo técnico en Grupo Orlegi tras un paso corto, pero intenso, en el timón rojinegro. Su salida marca el cierre de un ciclo al que él mismo define como de “mucho aprendizaje” y con más obstáculos que triunfos. En una entrevista exclusiva con Jalisco TV, Brunati hace un repaso honesto y sin rodeos sobre los motivos de su salida, los desafíos que enfrentó con el equipo y su visión del fútbol mexicano.
“El torneo pasado hicimos 22 puntos, que fueron los que merecimos. Este torneo hicimos menos, pero merecimos más”, resume. Para Brunati, los números no reflejan el trabajo del equipo, golpeado por lesiones, refuerzos que llegaron fuera de ritmo y una estructura que no permite competir en igualdad de condiciones con otros clubes como Monterrey.
“La realidad es que hoy no estábamos en posibilidad de traer jugadores en su prime. Tuvimos que apostar por jugadores que venían de lesiones o que necesitaban adaptación. Eso nos condicionó”, lamenta.
El caso de Brian Lozano ejemplifica esa situación. El “Huevo”, con contrato por seis meses más, fue enviado a Uruguay para recuperar ritmo de juego. Brunati asegura que fue una decisión difícil, pero tomada en beneficio del jugador: “Si se quedaba, no iba a tener los minutos necesarios. Así puede llegar libre a enero de 2026 y negociar un buen contrato. Fue lo mejor para él y para el club”.
Sobre los fichajes, defiende las incorporaciones que se hicieron. Destaca a Mora, Doria y Leo Flores, además del central uruguayo Gastón “Yuka” Silva, quien tardó en adaptarse pero terminó rindiendo. “Sabíamos que los carriles laterales eran el siguiente paso, pero no podíamos hacer todo junto. Dentro de lo posible, estoy satisfecho con los refuerzos”, sostiene.
En cuanto al modelo Orlegi, Brunati elogia su enfoque autosustentable: “Me saco el sombrero. Es un modelo que debería predominar en el mundo. Los clubes deben generar su propio superávit para crecer”. No obstante, reconoce que el entorno organizacional no está exento de tensiones: “Hay ruidos, pero hay que tratar de aislarse”.
Al hablar del fútbol mexicano, el técnico no se guarda críticas: “Hay jugadores que cobran más de lo que merecen. En Europa hay jugadores mejores que ganan menos. Hay muchos extranjeros y pocos clubes formadores haciendo bien las cosas”. También advierte sobre la falta de infraestructura para el desarrollo de talento: “En una ciudad como Guadalajara hay sólo tres clubes, mientras que en Montevideo hay 12 o 14. Faltan espacios, clubes, competencia”.
Su paso por el Atlas fue breve, y aunque no logró cumplir los objetivos deportivos, Brunati se va con la frente en alto y agradecido: “Lo lamento por no conseguir lo que esperábamos, pero que la afición se quede tranquila: hice todo lo que estaba a mi alcance”.
El técnico ahora se tomará un descanso. “Me quiero ir a mi casa con mis hijas. Espero no tener trabajo en varios meses. Luego veré nuevos horizontes”, dice. ¿Y el sueño? Dirigir a Ferro, su club de toda la vida.
Mientras tanto, Atlas inicia una nueva etapa sin Brunati, con la urgencia de encontrar rumbo y volver a ser competitivo. Porque aunque las formas importan, en el fútbol los resultados siempre terminan dictando sentencia.