- La infinidad de fósiles neandertales analizados desde hace cientos de años, pertenecían a individuos aislados y nunca se había establecido un parentesco entre ellos. El ADN de 13 individuos encontrados confirma que hace 54 mil años vivían en grupos familiares muy pequeños.
Por primera vez científicos identificaron, en restos localizados en dos cuevas de Siberia, vínculos familiares de neandertales, la especie humana que vivió en Eurasia desde hace unos 430 mil años hasta hace unos 40 mil años.
La infinidad de fósiles analizados desde hace cientos de años pertenecían a individuos aislados y nunca se había establecido un parentesco entre ellos.
Este nuevo hallazgo fue realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva en Leipzig, Alemania, y liderado por Svante Pääbo, quien recibió este año el Premio Nobel de Medicina por su trabajo pionero en ADN antiguo.
Huesos y dientes fueron encontrados en dos cuevas llamadas Chagyrskaya y Okladnikov, en las montañas Altai de Siberia, el punto más oriental del rango geográfico que habitó esta especie, y datan de hace unos 54 mil años.
El estudio publicado en la revista Nature describe cómo se organizaban las comunidades neandertales y el rol de las mujeres. Entre los 13 individuos analizados ( siete hombres y seis mujeres), se identificó a un padre y a su hija adolescente.
También había un niño de entre 8 y 12 años, junto con una pariente adulta que, según los hallazgos genéticos, era una tía, prima o abuela. Esta comunidad muestra un bajo grado de diversidad genética, similar al que ocurre en especies en peligro de extinción, lo que deja en evidencia el tamaño reducido de los grupos.
Dentro de las cuevas se hallaron numerosas herramientas de piedra y huesos de animales, por lo que científicos sugieren que los habitantes vivían en pequeñas comunidades de cazadores-recolectores, de 10 a 20 miembros, y se alimentaban principalmente de bisontes y cabras montesas.
“Eran personas que vivían y morían en pequeños grupos familiares, probablemente en un entorno hostil. Sin embargo, lograron perseverar durante cientos de miles de años. Y eso hace que me parezcan mucho más humanos”, señaló el genetista Benjamin Peter, uno de los autores del estudio.
Al comparar la diversidad genética en el cromosoma Y -heredado de padre a hijo-, con la diversidad del ADN mitocondrial -heredado de las madres-, indicó que eran las mujeres quienes migraban a otras comunidades, mientras que los hombres solían permanecer en el mismo sitio.
Desde las costas de Portugal a Siberia occidental, y desde el norte europeo hasta las penínsulas del sur, es el espacio donde se ha encontrado presencia neandertal.
Otro linaje humano extinto, los denisovanos, ocuparon partes del este de Eurasia; de hecho, las cuevas se localizan a 100 kilómetros del sitio donde se encontraron los primeros restos de denisovanos, pero el estudio no detectó evidencia de mestizaje.
Los neandertales tenían una constitución más fornida que el Homo sapiens, además de cejas más grandes. Poseían objetos simbólicos y usaban diversos métodos de caza y creaban arte, como el encontrado en la cueva de Gorham, en Gibraltar.