Las calles de la ciudad se han vestido de amarillo con la llegada de los primeros días de floración del guayacán, ese árbol que, sin pedir permiso, se convierte en protagonista de la temporada.
En camellones, parques y avenidas, sus copas doradas resplandecen bajo el sol, anunciando que la primavera está cada vez más cerca.
El gerente forestal Ismael Sotelo lo confirma: “Ahorita ya tiene la floración, ya va a ser un espectáculo verlo en avenidas como Independencia y La Paz”. Y vaya que lo es. Con su nombre científico Tabebuia donnell-smithii, el guayacán es una especie tropical nativa, resistente y de fácil mantenimiento. No requiere cuidados especiales, solo un riego moderado, lo que lo convierte en un árbol ideal para la ciudad.
Los próximos días, bastará levantar la mirada para encontrar este regalo natural que, sin aviso ni esfuerzo, transforma el paisaje urbano en una postal dorada.
Con información de Karina Lomelí.