Después de que el grupo Los Alegres del Barranco desafiara abiertamente las restricciones impuestas sobre la difusión de narcocorridos en sus presentaciones en los municipios de Tequila, Zihuatlán y Villa Purificación, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, pidió que los presidentes municipales responsables sean citados a declarar.
Durante su gira por el estado, la agrupación no solo utilizó la técnica del karaoke —permitiendo al público entonar letras prohibidas mientras ellos tocaban la música—, sino que en Villa Purificación decidieron cantar directamente los temas vetados, lo que encendió las alarmas del gobierno estatal.
“Lo que hicieron tocando la música y después poniendo la letra para que la gente lo interpretara es una simulación, sin duda alguna”, declaró Lemus ante medios. “Los alcaldes deben responder porque se había firmado un compromiso de ellos, de las presidencias municipales, que son quienes emiten las licencias para la celebración de estos espectáculos. No las da el Gobierno del Estado, las dan los gobiernos municipales”, puntualizó.
El mandatario no descartó sanciones, e incluso dejó abierta la puerta a una posible investigación por apología del delito. “Puede haber consecuencias para ellos, por ejemplo, omisión ante la comisión de apología del delito, porque estaban advertidos de lo que iba a suceder”, advirtió.
La Fiscalía de Jalisco será la encargada de investigar por qué los ediles no cumplieron con las restricciones establecidas y qué medidas tomarán contra los organizadores del evento, en el que se violaron abiertamente los compromisos firmados para evitar la difusión de contenidos que hagan apología del crimen organizado.
En contraste, municipios como Zapopan han endurecido su postura al modificar ordenamientos legales que impiden este tipo de presentaciones. Las autoridades locales ya contemplan imponer fuertes multas a dueños de inmuebles que alojen espectáculos con contenidos que promuevan la violencia o el narcotráfico.
Con información de Juan Carlos Huerta Vásquez.