Por siete años, Akira no solo fue una perrita de trabajo: fue compañera, guía y símbolo de esperanza. Su hocico entrenado y su corazón noble formaron parte vital de la unidad canina de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan, que hoy la despide con un profundo sentimiento de duelo.
De raza golden retriever y temperamento noble, Akira llegó a la corporación como una donación. Rápidamente se convirtió en una pieza clave para los trabajos de búsqueda, rescate y detección de pólvora. Su legado, como lo describió el coordinador Mario Alberto Espinoza Ceballos, va más allá de su capacidad operativa: fue un puente entre la institución y la comunidad.
“Evidentemente los trabajos y la eficacia que demostró durante estos siete años permitieron también alcanzar muchos de los éxitos que tuvimos como coordinación en términos del aseguramiento de la pólvora, y sobre todo también el permear en la gente, que es una de las cuestiones que también buscamos”, compartió Espinoza Ceballos con visible orgullo.
En 2024, Akira fue retirada oficialmente del servicio activo para disfrutar una vida más tranquila, lejos de las sirenas y los operativos. El retiro no fue un adiós, sino el inicio de una nueva etapa en familia: fue adoptada por su entrenadora, cuidadora y compañera, la oficial Alejandra Arriaga, con quien desarrolló un vínculo tan fuerte que se volvió imposible imaginar un destino distinto.
Murió en sus brazos, tras una enfermedad que marcó sus últimos días, pero no borró la imagen de la perrita siempre lista para entrar en acción con la valentía que la caracterizaba.
“Ella se propuso para estar dentro del programa de adopción responsable para Akira, en parte por el gran vínculo que desarrollaron y también para darle ese trato más familiar que la perrita tenía. Sobre todo, también para un perro de estas cualidades no puede quedarse con cualquier persona en adopción”, explicó el coordinador.
El legado de Akira no se detiene con su partida. La unidad canina trabaja ya en un programa de continuidad operativa con nuevos caninos entrenados para labores de búsqueda y detección de pirotecnia. Pero su ejemplo, esa mezcla de disciplina, ternura y entrega, seguirá marcando el paso de los que vienen.