Aliviado tras lograr un sufrido pase a la final de la Liga de Naciones de la Concacaf, Javier Aguirre, director técnico de la selección mexicana de fútbol, reconoció el alto grado de dificultad que tuvo Canadá como rival en la semifinal jugada en el estadio SoFi.
“Canadá no nos dejó ni respirar”, reconoció el Vasco en conferencia de prensa, y subrayó la consistencia y peligrosidad del cuadro canadiense durante todo el partido.
“Fue un partido igualadísimo, pero tuvimos la fortuna de encontrar dos goles, uno empezando el partido que te ayuda mucho, te da mucha energía. Ellos tuvieron ocasiones para empatar, y cuando peor lo estábamos pasando vino el segundo gol”, resumió Aguirre.
“Pensé que ellos se agotaban al final, pero Canadá metió gente fresca adelante y nos complicaron muchísimo en la salida”, detalló el entrenador mexicano.
Aguirre quedó satisfecho con el rendimiento de sus jugadores y contento con el resultado, pero admitió que hubo fallas.
“No fue un partido perfecto, ellos tuvieron un par de ocasiones por culpa nuestra, pero sí es verdad que estuvimos muy bien en el juego aéreo, que en eso tenemos un handicap en contra en relación a ellos, que tienen varios centímetros más de altura”, analizó Aguirre.
“Quizá el marcador no refleja la diferencia”, se sinceró el estratega mexicano, “pero la papeleta se cumplió con llegar a la final, que era el objetivo primario”.
Aguirre habló de su decisión inesperada de poner por primera vez juntos a Santiago Giménez, del Milán, y Raúl Jiménez, del Fulham.
“Los dos andan bien, les pregunté si alguna vez habían jugado juntos. No lo entrenamos, la verdad. Pensé cómo ponerlos y decidí jugar con un 4-4-2 y dije ‘que Dios nos bendiga’. Yo creo que es una buena fórmula”, puntualizó.
Por su lado, Jiménez, autor de los dos goles mexicanos, expresó estar contento “con el resultado y por haber ayudado al equipo”.
Sobre el segundo gol, que marcó a pelota parada, el delantero subrayó: “Solo he tirado tres tiros libres en mi carrera y he anotado dos”.
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