- Fray Antonio de Segovia la declara pacificadora, se le atribuye la advocación de interceder para que ni indígenas ni españoles murieran en los enfrentamientos de la guerra.
Son 34 centímetros de fe, de milagros, tradición y amor. La imagen de la Virgen de Zapopan es una inspiración fiel de la Inmaculada Concepción, elaborada por indígenas del lago de Pátzcuaro. Fray Antonio de Segovia fue quien la presentó a los habitantes de la Nueva Galicia.
Confeccionada a base de caña de maíz, con bordes dorados y la cabellera descubierta, la virgen no solo es religiosa, es una imagen viva que representa una conexión entre un mundo incierto y desconocido para dos culturas.
La Virgen de Zapopan viene a prolongar el significado de los misioneros, Cristo como redentor que da vida, todo eso se vincula en la conciencia indígena y en la conciencia española. Es Fray Antonio de Segovia quien la declara pacificadora, se le atribuye a esta advocación de María, de interceder para que ni indígenas ni españoles murieran en los enfrentamientos de la guerra.
En estos tiempos cuando se comienza a propagar el rumor de que orándole se obtienen favores y milagros, esto da pie al fervor con el que se le celebra, debido a esto el obispo Colmenero la declara en 1653 como “La milagrosa”.
