- Los charros deben adherirse a un reglamento específico para la práctica de este deporte, y la vestimenta juega un papel crucial.
Es motivo de orgullo ser charro, practicar el deporte nacional por excelencia, la charrería es una disciplina que fusiona la equitación con diversas modalidades de jaripeo, actividades ecuestres y tradiciones ganaderas.
En total se practican 10 suertes en la charrería, las cuales incluyen la cala de caballo, el jineteo de toro y el paso de la muerte. Esta última consiste en saltar de un caballo manso a una yegua bruta que galopa a toda velocidad, el presidente de la Unión de Asociaciones de Charros nos comenta la experiencia:
Y hoy en día el charro el que entra a una competencia, es un charro que está en excelentes condiciones físicas, que tienen unas facultades extraordinarias para poder realizar cada una de las suertes y que en cada una de ellas lleva el riesgo de poder ser afectado en su físico, inclusive el riesgo de perder la vida por la peligrosidad del deporte, estamos en comunicación y en convivencia con animales brutos que no sabemos como pueden reaccionar.
Salvador Barajas, presidente de la Unión De Asociaciones Charros De Jalisco.
Los charros deben adherirse a un reglamento específico para la práctica de este deporte, y la vestimenta juega un papel crucial. Existen tres tipos de vestimenta: de faena, de gala y de media gala.
El caballo es el aliado y compañero inseparable del charro, siendo fundamental para lograr las mejores suertes. Estos caballos suelen tener un peso cercano a los 400 kilos y están equipados con su silla de montar, estribos y machete, lo que permite una conexión y química especiales entre el jinete y el animal en la charrería.