- Lo que buscamos en nuestras historias son, en cierta manera, personas muy normales, aseguró la directora Siân Héder
Ocho episodios e igual número de fragmentos de Estados Unidos a través del retrato de sus inmigrantes. La segunda temporada de la serie “Little America” llega este viernes a Apple TV+ con la intención de cuestionar el “sueño americano”, explica Sian Heder, una de sus creadoras y productoras.
Desde la familia Song y su taller-tienda de sombreros en Detroit hasta Jibril, un cocinero somalí de Minneapolis y sus deliciosos kebabs de carne de camello -inspirado en el chef Jamal Hashi-, este “sueño americano” y su ideal del éxito a fuerza de trabajo y perseverancia están en el centro de estas historias de vida, retratadas en episodios que duran menos de 40 minutos.
El precio a pagar, sin embargo, es el desarraigo, las dificultades económicas, la presión familiar para lograrlo o, a veces, la simple decepción de encontrar una ciudad como Nueva York, artificial y fútil, sentimientos que también van apareciendo en los episodios, inspirados en historias reales.
Una de ellas es la de Zahir, un pianista afgano que huyó de los talibanes y logró inscribirse en el conservatorio en Nueva York, pero tuvo que dejar atrás a su madre en su país.
“Uno de los temas que queríamos explorar es lo que ocurre cuando el sueño americano no funciona como se esperaba”, explica Heder, una de las creadoras de la serie junto al actor paquistaní-estadounidense Kumail Nanjiani.
“Una presión increíble”
Para la directora de la película “CODA” (“Señales del corazón” en México), ganadora del Oscar 2022, se trata de mostrar que “la propia idea de Estados Unidos que consiste en decir ‘arremángate las mangas’, el capitalismo, ‘que depende de ti que funcione’, genera una presión increíble para la gente”.
Es la tierra de las oportunidades, pero no hay muchas redes de seguridad en este país para atraparte si no lo logras
Tras una primera temporada que salió a principios de 2020, durante el mandato del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, en la que “sentíamos que debíamos ser muy optimistas y positivos”, en esta ocasión “probablemente tenemos más libertad para explorar los matices y las complicaciones de lo que significa el sueño americano”.
La serie es una adaptación de los retratos de inmigrantes realizados por la revista Epic Magazine. Algunos de los episodios tiene humor y desenfado, como el de un inmigrante de Sri Lanka en Texas que participa en un concurso de besar coches, en el que la persona que permanece más tiempo con los labios pegados a la carrocería se lleva el vehículo. Otros episodios están disponibles en podcast.
“Lo que buscamos en nuestras historias son, en cierta manera, personas muy normales”, resume Heder.
Ni héroes ni víctimas. No todos los personajes tienen el mismo éxito, pero logran hacerse un lugar y aportan su grano de arena a la diversidad estadounidense.
Este mosaico cultural se refleja en los diálogos de los actores, a menudo en su lengua original, y en algunos detalles como la comida que se encuentra en la mesa del comedor. Cada episodio termina con un epílogo en el que se descubre al personaje real que inspiró la historia.
Creo que a través de nuestro compromiso de intentar representar su experiencia real, se logra un retrato mucho más fiel de lo que supone vivir aquí
concluye Heder
Con información de © Agence France-Presse