Customise Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorised as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyse the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customised advertisements based on the pages you visited previously and to analyse the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

EL PAPA LEÓN XIV, CON RECUERDOS DE JALISCO

Compartir esta nota:

Tiempo de lectura:

09 de mayo de 2025

Mucho antes de ser elegido como líder de la Iglesia católica, el Papa León XIV ya conocía las calles del Centro tapatío, la parroquia de Santa Rita en Chapalita y hasta el proceso de elaboración del tequila.

Corría el año 2010 cuando Robert Francis Prevost, entonces Prior General de la Orden de San Agustín, visitó Guadalajara en un viaje pastoral que lo acercó a la comunidad agustina del occidente del País.

Fue recibido por el padre Sebastián Ortega, misionero agustino y viejo amigo suyo, quien recuerda con claridad los días que pasaron juntos en la ciudad.

“Yo me ordené en 1993 y en enero del 94 fui a Perú. En el aeropuerto nos estaba esperando, sin conocernos aún, el padre Robert Prevost”, cuenta Ortega, quien en ese entonces iniciaba su labor en la diócesis de Chulucanas, en el norte peruano.

Prevost, hoy Papa León XIV, fue el encargado de orientarlo en sus primeros pasos misioneros. Años después, el destino volvió a reunirlos en Guadalajara.

“En el 2010 estuvo aquí con nosotros en Chapalita, en Santa Rita. Estuvo todo un fin de semana. Lo llevamos al centro, a conocer la Catedral, nuestro templo de San Agustín junto al Degollado… También lo llevamos a Tequila”, recuerda con una sonrisa.

Fanático del volante, Prevost incluso pidió manejar hasta el Pueblo Mágico jalisciense. “Le encanta manejar. Le dimos las llaves y tomó el carro como si fuera suyo, como si lo conociera”, relata Ortega.

Quienes lo conocieron en ese entonces lo recuerdan como una persona cercana, sencilla, con gusto por la convivencia y los detalles cotidianos. Hoy, convertido en el Papa León XIV, esas memorias adquieren un nuevo valor entre los fieles tapatíos.

“Es una persona como cualquiera, cercana a su gente”, resume Sebastián Ortega. Desde Jalisco, ya hay creyentes que lo siguen con fe y orgullo.

Con información de Neghit Delgado.



Comentarios

Te recomendamos


Recibe las ultimas noticias en tu correo